El picudo rojo

Opinión - José Luís Arellano Herrera

www.nosolomerida.es | Opinión | José Luís Arellano Herrera | Los dátiles son uno de los mejores nutrientes.

Estuve leyendo hace unos días en un periódico regional, que los expertos en las plagas del Picudo Rojo (Rhynchophorus Ferrugineus) estaban ofreciendo conferencias en Badajoz, sobre los posibles tratamientos para atajar el problema de estas plagas y me viene a la cabeza que en Elche (Alicante), ciudad a la que por cierto vengo visitando desde hace más de 60 años por cuestión familiar, tuvieron muchos dolores de cabeza con este insecto hace aproximadamente seis años; y el asunto allí no es pequeño, ya que Elche es Patrimonio de la Humanidad ante la UNESCO, precisamente por los dos millones y pico de palmeras que cubren su entorno.

Las palmeras, cuando se ven afectadas por esta plaga, empiezan a amarillear y languidecer para morir y eso en una ciudad en la que las palmeras se pueden contar con los dedos de la mano, casi no tiene importancia, pero cuando se trata de ciudades como Elche, es para tomárselo muy en serio.

Yo recuerdo que para el Ayuntamiento alicantino fue un auténtico calvario, porque el control de esta plaga es muy complicado y cuando se da esa circunstancia, no queda más remedio que la eliminación de los pies afectados de la palmera y hasta de los que se sospecha que pudieran estarlo, para evitar la propagación del insecto.

Amén de los sabios consejos que hayan podido aportar los expertos en las conferencias que departieron el otro día en la Casa Consistorial pacense, sería bueno una información de primera mano por parte de las autoridades ilicitanas, que de eso deben saber muy mucho. ¡Es mi consejo!.

Pero además de todo eso me gustaría comentar a quien corresponda en nuestro Ayuntamiento, que las palmeras en nuestra ciudad, que no son pocas precisamente; si fueran tratadas adecuadamente injertándolas como se hace en la ciudad alicantina cuando llega su momento, aquí en Mérida la cosecha de dátiles en los finales de cada año, podrían dar toneladas de dátiles perfectamente comestibles, que aparte del ingreso económico que supondría para nuestro Ayuntamiento, también serviría para alegrar el estómago de muchos necesitados en las Navidades, ya que la cosecha de ese manjar se produce a partir de mediados de Noviembre. Este también es mi consejo.

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