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Jueves 15 de Noviembre de 2012 10:43
www.nosolomerida.es | Editorial | Agradecemos a todos nuestros lectores o visitantes, también a los robot espías de las redes que todos los días nos visitan miles de veces. Ayer estuvimos de HUELGA GENERAL y no colocamos ninguna noticia, creemos en lo que ayer se jugaba “la cosa” y por eso optamos por nuestro derecho, una vez dicho esto vamos
a pasar lo vivido en estas pasadas 24 horas.
Ha comenzado la guerra de los números, las cifras para dar a entender si la huelga ha merecido o no la pena. El Gobierno, con la gran mayoría de medios de comunicación en su corriente, desde primera hora intentaba ser aséptico en la información oficial, eso sí, siempre ofreciendo datos de normalidad, siendo por normalidad el obligado cumplimiento de los Servicios Mínimos. Los sindicatos, por su parte, ofrecían cifras increíbles, irreales, en porcentajes que eran totalmente cuestionables paseando por las diferentes poblaciones (Dejando así la leña al alcance de todos lo medios que saben la utilizan incluso sin tenerla) En los pueblos que no existen grandes empresas, por desgracia, la normalidad era latente. Hablamos con multitud de amigos, en sus puestos de trabajo. Algunas empresas con las puertas semicerradas por medio a los piquetes “informativos” pero con todos los trabajadores en sus puestos.
Dos elementos clave
Los piquetes se desesperan cuando las calles “comerciales” mantienen la gran mayoría de sus comercios abiertos. Intentan informar para conseguir su cierre, cuando lo consiguen manifiestan un sentimiento de júbilo y lo celebran con generosos aspavientos. Todo lo contrario cuando el empresario o responsable de turno se cierra en su derecho de trabajo. Aquí, en estas situaciones muchos energúmenos pierden los nervios y hacen que los piquetes informativos comiencen a ser cuestionados.
Pero el trabajador tiene dos motivos para no participar en las huelgas:
El miedo a ser despedido o entrar en la lista de los posibles despidos es el primero y más importante. “Mi empresa no cierra y yo estaré al pié del cañón. Vosotros podéis hacer lo que queráis. Yo estaré aquí para desempeñar la función de los que vayáis a la huelga” nos contaba un trabajador que le había argumentado su jefe varias veces durante la semana, antes de llegar la huelga. “. “Ya sabéis que el negocio no está para perder un día de trabajo, vosotros sabréis si vais o no a la huelga. Yo estaré aquí defendiendo el pan de mis hijos ¿y vosotros lo de los vuestros? Nos contó otro. Miedo a perder el trabajo, en definitiva. Así podríamos contar decenas de comentarios del mismo estilo. Otros muchos, también nos decía que no creen en los sindicatos, que son ellos los que viven de las huelgas.
El segundo motivo: El sueldo tan reducido que tienen y que no están para que les descuenten ni un euro. Que sumado al anterior, son dos motivos para que la gran mayoría de trabajadores no secunden una huelga. Además todos cuentan cómo han visto a tal o cual grupo de piquetes entrar en los bares a desayunar e incluso tomarse las cervezas a determinadas horas, ¿esos bares no los cierran? Se preguntan.
Las movilizaciones
Muchos de los que trabajaron con esos miedos, si irían a participar en la manifestación: “No estamos de acuerdo con los recortes de Rajoy” pero no podemos estar en huelga pero iremos a la manifestación. Aunque la gran mayoría piensa que no servirá de nada.
Las cifras
La Delegación del Gobierno ofreció las siguientes cifras:
Badajoz: 5.000 manifestantes.
Cáceres: 8.000 manifestantes.
Mérida: 3.500 manifestantes.
Don Benito: 1.200 manifestantes.
Plasencia: 550 manifestantes
Almendralejo: 350 manifestantes.
Los sindicatos ofrecieron 14.000 en Cáceres, a partir de este dato se pueden calcular el resto.
Ofrecemos también el de Zafra, que no aparece en los ofrecidos por el delegado del Gobierno en Extremadura, Germán López Iglesias, pero unos amigos me dijeron que la Plaza estaba casi llena y ellos calculaban unos 1.200 manifestantes.
La guerra de cifras está servida, pero ahora lo único que podemos esperar es la habilidad de los sindicatos en conseguir obtener negociaciones para paralizar la masacre que está realizando el Gobierno Rajoy y este cumpla con sus compromisos electorales. Primer día después de la huelga ¡Negociaciones Ya!
