Los archivos de la iglesia extremeña

Opinión - José Luís Arellano Herrera

www.nosolomerida.es | Opinión | Jose Luis Arellano Herrera | Hace ya más de 12 años, si mal no recuerdo que el archivo de nuestro arzobispado contenía más de 7.000 legajos que databan, con bastante certidumbre desde el siglo XV hasta nuestros días y me estoy refiriendo a los datos que se publicaron por la Agencia EFE y en virtud de lo comentado por la “Iglesia en Camino” cuando todavía el titular de nuestra iglesia recaía en  la responsabilidad  de  Don  Antonio  MONTERO  MORENO  (hoy  Obispo  Emérito).

Como os decía, eran más de 7.000 legajos con documentos eclesiásticos y civiles que estaban ubicados en una planta del arzobispado en Badajoz en la calle San Juan de Ribera, especialmente equipada para evitar el deterioro de esos archivos. Cada uno de esos 7.000 legajos contenían 1.700 páginas, en total casi 12 millones de folios, y el contenido es básicamente  religioso, aunque también hay algunos de asunto civil.

Lógicamente el archivo estaba dividido en dos partes, una parte general para asuntos de todos conocidos y otra parte secreta, dedicada a una serie de documentos confidenciales, secreto o máximo secreto, referentes a asuntos que por su dificultad, por su reserva o por el respeto a las personas que están implicadas en los mismos, requieren del permiso expreso del Sr. Obispo para acceder a su contenido.

Como todos los archivos históricos nacieron con las propias diócesis y aunque existen muchas carencias históricas, se puede hablar de ellos con cierta continuidad desde los siglos XV y  XVI  hasta  nuestros  días. Hasta  ahí  todo  perfecto.

Y a los emeritenses, nos parece muy bien que la Iglesia Católica en Badajoz, haya sido capaz de guardar con tanto celo sus archivos históricos y los mantenga con mucho celo bajo custodia y con todas las reservas del mundo; lo que ya no nos parece bien, ni medio bien es que por una cuestión de viejos o rancios principios, -no sabemos qué-, nuestro Arzobispo el Sr. García Aracíl haya tomado la decisión de apropiarse de todos los archivos de la provincia eclesiástica, a su antojo; porque una cosa es custodiar por el bien de todos, cuando la acción se justifica  y otra muy distinta es apropiarse de los bienes de los demás, cuando de sobra sabe él, que en Mérida llevamos custodiando nuestros archivos casi mil años  más que  los pacenses y nunca  tuvimos  ningún  problema  de  custodia  gracias  a  Dios.

Pero se ve que a Don Santiago eso le parecía poco y ha tenido que apropiarse de los archivos de las distintas ciudades importantes de la provincia, considerando que él en Badajoz los va a preservar mejor que nadie. ¡Hombre!, visto así parece una buena idea; pero no es esa la cuestión, la cuestión real, es que cada ciudad sabe cómo y de qué manera preservar su patrimonio y su historia, y ni él ni nadie por mucho Arzobispo que sea, es quien para apropiarse de la cultura, los estudios, los archivos y los conocimientos de los demás; y esto dicho así con todos los respetos  del mundo, porque no está en mi ánimo, molestar a nadie y menos a él por ser  quien es y lo que representa.

Ahora, el tiempo viene a darnos la razón y es que la segunda Basílica Menor de Extremadura, después de Guadalupe es precisamente “Santa Eulalia Virgen y Mártir de Mérida”  y esa Basílica, no está en Badajoz, está en Mérida por ser el centro de peregrinación más antiguo de España (más que Santiago de Compostela), por ser Mérida la cuna del cristianismo (como podemos demostrar con la carta 67 de San Cipriano, que también ha desaparecido), y porque las Basílicas Menores, tienen la obligación de promover y estimular la formación bíblica y religiosa de sus fieles y el estudio y divulgación de los documentos históricos. Pero si todos los documentos han desaparecido de la Sede Metropolitana para llevárselos a Badajoz: ¿Tendrán que desplazarse los fieles a Badajoz  para  poder  estudiar  los  documentos  históricos  adecuadamente  o  vendrán  profesores  desde  Badajoz  a  formalizar  ese  compromiso?.

Ya he comentado en otros medios de difusión, que no soy yo solo quien reclama la devolución  de  los archivos  emeritenses y su Tribunal Eclesiástico igualmente, porque existen entidades, asociaciones y personas adoctrinadas y vinculadas al catolicismo, que han reclamado por distintos medios de difusión la devolución de nuestros archivos, porque es un patrimonio histórico tan importante que Mérida, los emeritenses y su Basílica Menor, no están dispuestos  a  perder  bajo  ningún  concepto.

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