Gasco: "Este verano es imprescindible proteger del 'olvido veraniego' a la infancia más vulnerable"

España

www.nosolomerida.es | El cierre de centros educativos ha cambiado radicalmente la vida cotidiana de niños, niñas y adolescentes, por lo que el alto comisionado para la Lucha contra la Pobreza Infantil, Ernesto Gasco, alerta de las consecuencias sin precedentes que la crisis de la COVID-19 tendrá en la infancia más vulnerable, uno de los colectivos más afectados , y de la necesidad de ofrecer programas estivales que palien esta situación.

"La escuela es una institución igualadora y un elemento de socialización indispensable para los niños y niñas. Seis meses sin acudir a un centro educativo puede tener graves consecuencias para su desarrollo, sobre todo en el caso de la infancia en situación de vulnerabilidad que en muchos casos no han contado con los medios digitales imprescindibles para acceder a la educación a distancia. Este verano, es más necesario que nunca reducir el 'olvido veraniego' y ofrecer a niños y niñas en pobreza actividades estimulantes que palien las negativas consecuencias que este tiempo haya dejado", ha afirmado Ernesto Gasco.

La pobreza infantil es un problema estructural en nuestro país, con más de dos millones de niños, niñas y adolescentes en situación de pobreza. Esta situación se ha visto agravada por las consecuencias del COVID-19 y el alto comisionado contra la Pobreza Infantil calcula que más de tres millones de niños se encuentran a cargo de personas que han sufrido mermas en sus ingresos, creando nuevas situaciones de necesidad.

Ernesto Gasco ha señalado que "la reciente puesta en marcha del ingreso mínimo vital va a aliviar esta realidad, pero sin duda la situación que han tenido que enfrentar los hogares más vulnerables ha dejado heridas que es necesario curar".

El cierre escolar no solo ha tenido consecuencias en lo educativo, la nutrición adecuada es otro de sus consecuencias. En ocasiones, la principal comida saludable que recibe la infancia en situación vulnerable es la que ofrece el servicio de comedor del colegio. Además, este verano, los niños y niñas habrán pasado por una situación de confinamiento que podría agravar situaciones de obesidad y sobrepeso, así como problemas de salud mental.

El cierre de colegios también ha dificultado la conciliación familiar, agravada por la merma en los ingresos de muchas familias, que no pueden asumir el pago de servicios de cuidado. El grupo más vulnerable en términos de conciliación son las familias monomarentales, de los cuales más del 40% se encuentran en riesgo de pobreza.

Todas estas necesidades -educativas, nutricionales, de conciliación y cuidado- no se acaban con la llegada del verano, menos aún en un verano tan excepcional como este. Ernesto Gasco alerta de la necesidad de implementar programas de ocio educativo veraniego "atendiendo a las especiales necesidades que se presentan este año y que suponen, también, un apoyo a la conciliación y corresponsabilidad en el periodo vacacional".

Por ello, y como forma de apoyo a las administraciones públicas y entidades que desarrollan estos programas veraniegos, el alto comisionado para la Lucha contra la Pobreza Infantil, el Ministerio de Educación y Formación Profesional y las Direcciones Generales de Derechos de la Infancia y la Adolescencia y de Diversidad Familiar y Servicios Sociales, del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, han desarrollado y divulgado conjuntamente una guía práctica para el desarrollo de estos programas durante este verano excepcional, clave para muchos niños, niñas y adolescentes.

El alto comisionado para la Lucha contra la Pobreza Infantil surge del compromiso del presidente del Gobierno con la erradicación de la pobreza infantil. Se crea con el objetivo de impulsar políticas y alianzas sociales que consigan que erradicar la pobreza infantil en nuestro país sea objetivo de Estado.


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