Algo más que palabras

Opinión - Paqui Chaves Sánchez

www.nosolomerida.es | Opinión | Paqui Chaves Sánchez | Debió ser en el año 1998 cuando un conocido mío, que dirigía una revista cuyo nombre no recuerdo, me hizo una entrevista. Formaba parte de su deseo por dar a conocer más a fondo a todas las personas que podrían ser candidatas a alcaldes de la ciudad de Mérida en las venideras elecciones de 1999, y yo era una de esas personas que los mentideros periodísticos y políticos barajaban para tal fin, probablemente porque entonces era la portavoz de Nueva Izquierda en el Ayuntamiento.

La entrevista se hizo en El Foro, que entonces era el lugar de moda, y transcurrió en un clima muy cordial, como sin duda era nuestra relación después de conocernos por muchos años. Al terminar, me dijo que cuando la tuviera lista me la pasaría por si quería corregir alguna cosa pero le dije que confiaba en su trabajo y eso fue todo. Cuando la revista salió a la calle me dio un ejemplar. La portada era una fotografía mía bajando la escalera de El Foro y encima ponía: “DE AMA DE CASA A CANDIDATA”

 

Esas tres palabras, “AMA DE CASA”, habían borrado de un plumazo todos mis estudios, mi vida laboral, profesional, de trabajo en los movimientos sociales e, incluso, los últimos cuatro años como concejala en el ayuntamiento. Poco importaba que la entrevista en el interior de la revista estuviera bien escrita, el titular era lo único que quedaría como referente. Ni siquiera puedo juzgar intencionalidad o machismo en el comportamiento, aunque yo era la única mujer entre los cuatro posibles candidatos.

Y es que las palabras no son inocuas, tienen un significado. Pero las utilizamos por costumbre o por comodidad sin darnos cuenta que podemos herir con ellas a las personas que tenemos alrededor, o que estamos perpetuando la discriminación que pretendían cuando alguien, o muchos, propiciaron su uso hasta convertirlas en algo tan habitual que no nos paramos a pensar en ellas, las decimos y ya está. Nunca me consideré “ama de casa”, aunque sea madre de familia desde hace 39 años. Solo me considero “ama” (dueña) de mi libertad y de mis ideas. La familia, la casa, forman parte de mi vida y se complementan con todo lo que me convierte en persona independiente, yo misma, sin adjetivos ni añadidos.

Las palabras son un vehículo de comunicación, un vínculo entre quienes las emiten y quienes las reciben, por eso me propongo utilizarlas para hablar con vosotros a través de estas líneas y este medio. Seguramente no siempre estemos de acuerdo en las ideas que expresen esas palabras pero, respetando las vuestras, estas son mis argumentos.

Por cierto, en 1999 no llegué a ser candidata a la alcaldía. Me propusieron encabezar una candidatura independiente pero creía que la ciudadanía emeritense, que siempre ha sabido mucho de política, no entendería la irrupción de esos independientes entonces. Aún no era evidente la degradación política de quienes tenían las responsabilidades en los diferentes partidos, degradación que, a mi entender, se ha ido produciendo por el acceso a puestos dirigentes de aquellas personas que han sabido ser fieles (que no leales) al líder a lo largo del tiempo, por encima de cualquier cosa y sin tener otros méritos significativos que esos. También me propusieron que Nueva Izquierda (de la que yo era su portavoz y su “alma” en Mérida) tuviera lista propia mientras en casi todo el resto de Extremadura íbamos en coalición con el PSOE, algo que rechacé. Mi puesto fue el tercero en la lista de la coalición PSOE-Nueva Izquierda. Pensaba entonces y sigo creyendo que la división de los votos de la izquierda solo favorece a esta derecha caciquil y retrógrada que tenemos en España y que ha sido capaz de generar tanto dolor en tantas personas y familias al cabo de sus años de gobierno. No dudo de su capacidad para gobernar, para aplicar las medidas que forman el ideario capitalista que tanto se empeñan en ocultar, lo que me parece retrógrado y caciquil es su afán por implantarlas cimentándolas sobre la miseria, el dolor y la falta de expectativas de futuro de tantas y tantas personas que han perdido la esperanza a fuerza de perder el sustento básico.

Tiempo habrá para seguir hablando de cuestiones como estas y de todas las cosas que me parezcan interesantes y sobre las que tenga criterio. Esta relación que aquí se inicia lo hace con la pretensión de durar en el tiempo, si a vosotros y al medio os parece interesante, siempre que mis circunstancias familiares me lo vayan permitiendo, algo de lo que ya os escribiré más adelante. Sed bien hallados.

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