Secretos sobre la flora y fauna medicinal
Lunes 03 de Junio de 2013 23:31
www.nosolomerida.es | El profesor José Ramón Vallejo elabora un inventario sobre los usos medicinales en España de arácnidos, escorpiones, lombrices de tierra, piojos o sanguijuelas
¿Qué tienen en común telarañas, moscas, lombrices, escorpiones o sanguijuelas? Todos ellos forman parte de remedios populares empleados para prevenir o curar dolencias. Su conocimiento se basa en el contacto directo con la naturaleza a lo largo de siglos, adaptando los
recursos a las necesidades culturales.
Recopilar y analizar todo este saber tradicional y evitar la pérdida de conocimientos tradicionales transmitidos de generación en generación es el objetivo de José Ramón Vallejo, investigador de la Universidad de Extremadura y profesor del Área de Historia de la Ciencia.
En colaboración con José Antonio González, del “Grupo de Investigación de Recursos Etnobiológicos del Duero-Douro” (GRIRED) de la Universidad de Salamanca, Vallejo participa en el Inventario Español de los Conocimientos Tradicionales (IECT), que recopila saberes relevantes para la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad, impulsado por la Ley del Patrimonio Natural y la Biodiversidad de 2007.
Los dos expertos están desarrollando una base de datos sobre los usos medicinales en España de arácnidos, escorpiones, lombrices de tierra, piojos, sanguijuelas, ciertos grupos de artrópodos, anfibios y peces desde principios del siglo XX hasta la actualidad, contrastando dichos conocimientos con los usos históricos desde la antigüedad. El investigador de la UEx espera que este inventario sirva para que futuras investigaciones, apoyadas en estos remedios populares, busquen nuevos fármacos.
Su investigación cuenta con resultados en revistas nacionales e internacionales, entre los que destaca un trabajo sobre el uso del escorpión en la medicina popular española publicado en el Journal of Etnopharmacology. La mayoría de los remedios terapéuticos contra la picadura de escorpión están basados en la aplicación de plantas, sobre todo el ajo, aunque en Extremadura también se utiliza extracto de enebro, embude, bardana, hierba verruguera, campanita, y hierba alacranera, entre otros. Resulta curioso que, para estas lesiones, se atribuya propiedades terapéuticas a sustancias de origen animal tan dispares como la leche, piel de rana, orina o incluso semen.
Forma parte también del estudio el uso extendido de telarañas desde tiempo inmemorial en numerosas áreas rurales de la península ibérica, como antiséptico y para cortar hemorragias. En Extremadura, Vallejo ha podido comprobar este remedio tradicional en la comarca de la Siberia, Torremenga, Guadiana del Caudillo, Fuenlabrada de los Montes, y comarca de El Monfragüe, con la particularidad de que las telarañas sucias de cuadras o establos están consideradas como más eficaces en algunas comunidades rurales. Su eficacia cicatrizante puede ser debida a que la seda de la telaraña está recubierta con hongos que contienen antibióticos para evitar que otros microorganismos se coman la tela, rica en proteínas.
Uno de los pilares de la medicina popular son las ideas y concepciones extra empíricas o simbólicas sobre la enfermedad. Así, por ejemplo, la mosca, ostenta un valor terapéutico en el tratamiento de afecciones del orzuelo al ser percibida como algo sucio, maligno e impuro, del mismo modo que la dolencia del párpado. Los investigadores han identificado el empleo de la mosca doméstica, viva o muerta, de manera tópica en diversas zonas de Extremadura (Guadiana del Caudillo), en el sur de España y en las Islas Canarias. En otros casos, los remedios son empíricos, basados en la experiencia o en la intuición de las personas desde hace miles de años. Estos remedios empíricos una vez presentados por la etnozoología y etnobotánica podrán ser analizados y validada su eficacia por la etnofarmacología, para que posteriormente puedan obtenerse nuevos medicamentos.
Las prácticas simbólicas continúan en la medicina popular española, que se nutre también de métodos procedentes de la medicina científica. “Patologías como pulmonía, gota e inflamaciones, entre otras, han sido tratadas por la medicina popular y la científica mediante el uso de sanguijuelas. Actualmente las sanguijuelas se emplean en microcirugía para reducir, de forma muy eficaz, los hematomas postoperatorios y la congestión venosa”, explica Vallejo. Existen grupos como los insectos o los arácnidos, que ofrecen muchas posibilidades para la obtención de medicamentos, pero también otros como las lombrices de tierra, que han sido utilizadas para el tratamiento de enfermedades del sistema osteomuscular. Son un grupo potencial como demuestran los numerosos estudios que ponen de manifiesto su utilidad farmacológica, en base a una fuerte actividad enzimática y la posesión de diferentes sustancias con efectos medicinales como tiroxina y lumbrofebrina.
Etnobiología
La Etnobiología es la ciencia que estudia el conocimiento popular sobre los recursos biológicos, y que se alimenta de otras disciplinas como son la Botánica, Zoología, Ecología y el resto de las Ciencias Biológicas usando, además de métodos biológicos, técnicas etnográficas y con el apoyo de otras ciencias del campo de las Humanidades o Ciencias Sociales como la Antropología y la Historia de la Medicina. Las relaciones existentes entre el hombre y la Medicina en cualquier período histórico, los remedios populares para prevenir o curar enfermedades con minerales, animales o plantas medicinales son estudiadas por la Etnomedicina.
Entre las muchas aplicaciones de la Etnobiología se encuentran la obtención de nuevos medicamentos o la conservación del patrimonio biológico y cultural. Sin lugar a dudas, este saber tradicional “forma parte de la memoria colectiva de cualquier comunidad y le proporciona identidad y raíces”, afirma Vallejo. “Tal vez los trabajos sobre remedios animales podrían ser considerados como un conjunto de datos curiosos, tal vez poco conocidos y de carácter irrelevante; sin embargo, poseen aplicaciones científicas y culturales de las que se pueden obtener un beneficio social en diversos campos”, concluye el investigador.